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[ NOTAS: MEGADETH ]

por Miguel Mora - Revista Rolling Stone - Marzo de 2000

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En menos de dos meses, Megadeth se quedó sin guitarrista (Marty Friedman) y sin una gira por Sudamérica. En exclusiva, Dave Mustaine revela los detalles y vuelve a prometer un disco en vivo grabado en Buenos Aires.

El primer rechazo entre el público argentino y Megadeth se produjo en 1992... a pesar de que la banda faltó a la cita. Las 10 mil entradas que llenaban dos estadios Obras debieron ser devueltas, porque Dave Mustaine sufrió una de sus sobredosis y debió suspender la gira que por primera vez incluía la ciudad de Buenos Aires. En aquella ocasión, el líder del grupo no estaba en condiciones de dar explicaciones ni de pedir disculpas. A partir de 1994 ambas partes se miraron cara a cara, en sucesivas y poderosas presentaciones, y el amor incondicional se mantiene hasta estos días.

Son sus primeros pasos en el nuevo milenio y Megadeth debe cancelar lo que hubiera sido (en marzo) su quinta visita al país que mejor los recibe. Pero esta vez los motivos no tienen nada que ver con los excesos, sino con el nuevo orden mundial. Y las explicaciones llegan con tono amable y un dejo de tristeza:

Estaba todo bien organizado para una gira por los principales países de Sudamérica, pero algunos cambios de gobierno provocaron cierres en los estadios donde nos íbamos a presentar y la posterior suspensión de los shows. Eso pasó en Ciudad de México, en Monterrey y en algunas ciudades del Brasil. El resultado final fue que se canceló el tour entero. Ahora, las posibilidades de ir a Sudamérica aparecerían recién a fin de año. Me hubiera encantado tocar en Buenos Aires, por cómo me hace sentir, pero para fines de marzo los equipos están en Japón y trasladarlos hasta la Argentina cuesta miles de dólares. Esto es un negocio y no se pueden tomar decisiones como ésas para que mucha gente pierda plata. No es justo.

El que da las explicaciones del caso a Rolling Stone es el mismísimo Dave Mustaine, durante la única entrevista con un medio argentino.

Este veterano del heavy metal está con el mejor de los ánimos para contestar algunas preguntas desde su hogar. Uno se lo imagina desparramado en algún lugar de su casa en pleno desierto de Arizona, que él mismo mandó a construir sobre un gran terreno que compró por algo menos de 400 mil dólares. Del otro lado de la línea no sólo se escucha su voz, sino algunos gritos ocasionales de su hija Elektra, la menor de la familia, quien no parece estar muy de acuerdo con que su padre no le preste atención durante el tiempo que lleva la entrevista.

Lejos de aprovechar la suspensión de la gira como un descanso, Megadeth decidió dedicarse a la preproducción de un futuro álbum.

Recién comenzamos a escribir la música y no terminamos ninguna canción en particular -confiesa Mustaine-, pero estamos trabajando en unas nueve o diez. Algunas son súper heavies, como de la época de Rust In Peace y Countdown to Extinction, y otras más melódicas, como en Risk y Cryptic Writings. Todos nos encargamos de la composición, inclusive Al Pritelli.

La aclaración vale porque hubo movimientos en el seno de la banda. Tras diez fructíferos años, el guitarrista Marty Friedman dejó su puesto "para llevar a cabo otros intereses musicales", según explicó un comunicado oficial el 10 de enero pasado. La solución inmediata fue Pitrelli: en sus pergaminos figura haber participado con los progresivos metálicos Savatage y en una de las tantas bandas de Alice Cooper.

Con esta remozada formación, durante enero, Megadeth encaró en los Estados Unidos el comienzo de su gira. Ante la primera pregunta acerca de lo definitivo de la elección, Mustaine es determinante: "Cuando tengamos decidido si el reemplazo es temporal o no, lanzaremos un comunicado oficial a la prensa haciéndolo saber. En las actuales circunstancias, lo que intentamos hacer es una transición lo menos dolorosa posible. Apoyamos a Marty en su decisión, y lo que quisimos es que el guitarrista que ocupara su lugar pudiera interpretar sus partes de la misma manera y conformar primero a los fans, antes que a nosotros mismos".

El alejamiento de Friedman es un golpe que a Dave Mustaine todavía le cuesta asimilar. Ante distintas preguntas, su excusa final resulta: "Y ahora que se fue Marty, <<para llevar a cabo otros intereses musicales>>". Después del bajista Dave Ellefson -el único que se mantiene desde la formación original-, Friedman era el integrante que más había durado en las filas del grupo.

— ¿Cómo tomaste su decisión?

Diez años es mucho tiempo y siento pesar de no conocerlo del todo; me hubiera gustado conocerlo mucho mejor durante el tiempo en que estuvimos juntos. Tomó la decisión que le pareció correcta y, aunque no coincido con él, tiene todo mi apoyo. Creo que de eso se trata ser amigos: dejar que el otro realice lo que crea conveniente, a pesar de que uno opine lo contrario. A veces resulta para bien; otras, no. Que Marty haya tomado este camino para satisfacer sus nuevas inquietudes musicales me parece bien, porque va a poder hacer lo que tenga ganas; ahora bien: si eso es para que sus futuros trabajos lo llenen de la misma manera que en algún momento lo satisfizo la música de Megadeth, no estoy tan seguro de que resulte. La felicidad que alguna vez tuvo en este grupo me parece que es un sentimiento incomparable. Sin embargo, él quiso hacer un cambio...

— ¿Presentías su decisión antes de que te la comunicara oficialmente?

Sí, yo sabía que algo pasaba. Hay momentos en que tenés que dejar que las personas vayan adonde prefieran, y puede que te parezca mal. En mi opinión, en este caso está muy equivocado, pero no puedo hacer otra cosa que dejarlo ir. Hay algo muy concreto, y es que Marty ya no estaba contento en Megadeth. Cuando lo noté, le pregunté abiertamente si ya no le gustaba estar en el grupo, si no le gustaba salir de giras o... ¡si no le gustaba estar conmigo! Y él me contestó que estaba equivocado con respecto a la relación entre nosotros dos, pero que había acertado en las dos primeras opciones. Terminamos en buenos términos; le deseo lo mejor y espero que todos nuestros fans lo apoyen en su decisión. Porque, después de todo, si un tipo no quiere estar en la banda, los fans tienen que entender que esa persona ya no quiere tocar para ellos. Y soy de los que opinan que nuestros fans se merecen lo mejor de lo mejor de este grupo. Sin importar quién sea el que toque la guitarra. Cada vez que subo a un escenario, no importa si estoy enfermo o en perfecto estado, les doy lo mejor de mí, y creo que eso me diferencia de un montón de otros músicos. Cuando llegue al punto de no estar totalmente interesado en subir a escena, abandono esto; no sigo, de ningún modo. No me parece justo para los fans, a quienes les gusta ganarse el dinero para ver un show que les vuele el cerebro. Desde ese punto de vista, Marty tomó la decisión correcta: si no te interesa hacer esto, andáte a tu casa.

— ¿Cómo fueron los primeros shows con Al Pitrelli?

Muy buenos. Muchos fans se acercaban y gritaban "¡Marty, Marty, firmáme esto!". O sea que... ni notaron la diferencia. Hay algunas cosas de Al que me agradan mucho y a pesar de que Al hace las partes de Marty a la perfección, a su vez se toma pequeñas atribuciones para personalizar lo que está tocando.

— ¿Cómo describirías esas atribuciones?

Al es un tipo muy apasionado para tocar la guitarra, al igual que Marty; sin embargo, son dos músicos muy distintos. Tendrías que verlo en el escenario para darte cuenta de lo que quiero decir. Cómo muestra su personalidad en un show, cómo usa el lenguaje corporal, cómo toca para el público. La forma en que se comporta en el escenario está más relacionada con el hard rock o el heavy metal, en comparación con lo que hacía Marty. La verdad es que está haciendo un trabajo fabuloso y sorprende a casi todo el mundo, lo cual es muy difícil. Estoy bastante seguro de que Al será nuestro nuevo guitarrista. Es la primera vez que lo digo públicamente.

Una deuda que Megadeth mantiene con sus fieles seguidores de Buenos Aires es el disco en vivo que Dave Mustaine se encargó de prometer en cada una de sus visitas. "Parece una broma, pero juro que cada vez que vamos a Buenos Aires le digo a mi manager: <<Vamos a hacerlo>> y él me contesta: <<Después lo hablamos>>. Primero estábamos listos para hacerlo con Nick [Menza, baterista del grupo hasta 1996] y justo se fue. La pregunta era: ¿sacamos un disco en vivo con Jimmy DeGrasso tocando las canciones de Nick? Una vez que nos convencimos y estábamos listos para hacerlo, simplemente no sucedió. ¿Por qué? Porque no pudimos arreglar todo lo que hace falta para grabar un disco en vivo. Es un asunto bastante complicado grabarlo en la Argentina, porque requerimos el mejor equipo técnico del mercado y no es sencillo trasladarlo desde los Estados Unidos hasta Sudamérica. A la vez, nos cuesta convencer a los técnicos de que se pasen una o dos semanas en Buenos Aires y comprueben cómo el público se vuelve loco [lo dice en castellano] por Megadeth. Este año a lo mejor hubiera sido posible, pero esta vez lo que falló fue la gira. De todas maneras, ya se lo dije a mi manager: no importa lo que haya que hacer, quiero grabar en Buenos Aires. La última novedad fue que los japoneses querían grabar un dsico en vivo, y yo les contesté que no me interesaba hacerlo en Japón. La propuesta fue que ellos viajaran a Buenos Aires para hacerlo. Habrá que conversarlo."

Lo que muchos no saben es que esa deuda imaginaria comenzó a pagarse con "I'll Be There For You" (Estaré Allí Por Ti), una de las mejores canciones que integran Risk, el último álbum del grupo. "Fue hecha especialmente para tocar en la Argentina. Es un tema dedicado a los fans", se encarga de aclarar Mustaine. "Ellos estuvieron ahí por mí, y ahora es tiempo de que sea yo el que les diga: <<Aquí estoy para ustedes>>. Repito que, para mí la Argentina es el mejor lugar para tocar. Pueden buscar entrevistas de cualquier medio, que siempre digo lo mismo, inclusive en Chile, ¡lo cual es peligroso para mi persona!" (risas).

Lo que esos mismos fans desconocen es que Megadeth sigue con vida gracias a ellos, y que esa canción funciona como un final feliz de una historia que hasta este momento era inimaginable y que por primera vez el líder del grupo se atreve a contar:

La segunda vez que fuimos a Buenos Aires, en 1995, yo estaba pasando por un momento terrible de mi vida por mis problemas con las drogas y el alcohol. En esa ocasión, el show que dimos en el Monsters of Rock, el festival que cerraba Alice Cooper, era la fecha final de nuestra gira. Cuando nos alejábamos del estadio en la camioneta, mi mente no paraba de pensar que se terminaba todo. Mi estado era tan deplorable que tenía ganas de parar, de que Megadeth tuviera un punto final. Encima la relación interna de la banda no era la mejor y yo vivía peleándome con mi manager. Cuando llegué a mi casa, me puse a recordar el show; decidí que había estado tan bueno que no podía dejar que ése fuera el final. Y no lo fue. Medité al respecto, cambié de opinión, seguí con el grupo, dejé las drogas y el alcohol, y estoy sobrio desde ese entonces.

— ¿Mantuviste en secreto aquella primera decisión de frenar?

Hasta cierto punto. Creo que la banda algo se imaginaba, porque hablamos bastante al respecto. El problema con mi antiguo manager, que cometió muchos errores, acentuaba mi locura. El resto del grupo trataba de consolarme; me decían: "Calmáte, tal vez sea un problema personal", y yo les contestaba: "Nada de problemas personales, él no hace su puto trabajo". Con el tiempo me dieron la razón, y esta persona renunció.

Mientras a principios de los 90 Megadeth y Metallica significan la vanguardia de la música pesada, hoy están lejos de marcar nuevos caminos. La posta ha pasado a manos de Korn o Limp Bizkit.

Cuando recuerdo los años en que surgimos, me da un poco de nostalgia -admite Mustaine-. Lo que es seguro es que se trataba de heavy metal sin vueltas. En los primeros años salíamos de gira con grupos como Alice Cooper o Dio y les volábamos la cabeza al público, a los asistentes y a los mismos músicos. No tengo ningún problema con los nuevos grupos pesados; de hecho, no creo que estén nada mal. Lo que sí noto es que muchísimas de esas bandas suenan absolutamente igual. Y me refiero a las mismas canciones, los mismos sonidos y los mismos comportamientos en el escenario. En el campo estrictamente metálico, las cosas son totalmente diferentes: podrás decir que todos tienen el pelo largo y usan jeans gastados, pero si ves a Slayer y a Testament te vas a dar cuenta de que son muy distintos. Lo mismo sucede con Metallica y Megadeth. Ahora hay muchas que suenan como Limp Bizkit o Korn... Si no sos un gran músico, al menos intentá ser original.

Casado en Hawai hace nueve años, Mustaine tiene dos hijos: Justis y Elektra. Su papel de padre fue otro de los motivos fundamentales para que el músico ordenara su vida: decidió adoptar un carácter tranquilo y amable, y sepultar aquel personaje irascible y endemoniado que le dio (mala) fama durante sus primeros días como personaje público. En el pasado, una entrevista con Dave era una ruleta rusa en la que el tiro podía salir para cualquier lado, y sus propios rencores asomaban en cada respuesta. Hoy, Mustaine deja que la pólvora se encienda únicamente en sus shows, y fuera del escenario aprendió a controlar sus demonios internos.

Fue un aprendizaje en el que colaboraron tanto mi familia como mis fans. Sin embargo, todavía noto que muchos se me acercan con una demagogia que no me agrada demasiado. Me dicen: "Perdón, Dave, pero mi disco favorito es Rust In Peace " y les digo que no tienen por qué disculparse. Ellos piensan que sí, porque ya sacamos cuatro discos después de Rust In Peace , pero en realidad no me molesta. Con mis hijos pasa algo similar. No los juzgo por cómo se vistan o por lo que sientan. Me increpan diciendo: "No me gusta esto o lo otro", y no es algo de lo cual tenga que opinar; son decisiones de ellos. Cuando nos cruzamos con nuevos fans, me dicen: "Hola, Dave, Metallica es una mierda", y no hace falta que me digan eso para que los quiera. Honestamente, el comentario me irrita porque, además, Metallica me gusta.

— ¿Qué sucedería si tu hijo te dijera que prefiere a los Backstreet Boys antes que cualquier grupo heavy metal?

Una vez le pregunté a mi hijo si le gustaban los Backstreet Boys y me dijo que no; eso me hizo muy feliz (risas). Pero si le gustaran Britney Spears o Christina Aguilera no me molestaría tanto, ¡porque al menos son algo agradable para ver..!

NOTAS DE MEGADETH: #1. un verdadero obsesivo | #2. vientos de cambio
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